Nueve razones contra el cierre nuclear

Por Manuel Fernández Ordóñez, Ph.D, profesor del Master en Economía Medioambiental de UFM Madrid. La energía nuclear es absolutamente imprescindible para el progreso de la sociedad española y prescindir de ella por motivos ideológicos es un error de magnitudes siderales. Si cerramos las centrales nucleares en España, sufriremos las siguientes consecuencias: 1. Los precios de…

Por Manuel Fernández Ordóñez, Ph.D, profesor del Master en Economía Medioambiental de UFM Madrid.

La energía nuclear es absolutamente imprescindible para el progreso de la sociedad española y prescindir de ella por motivos ideológicos es un error de magnitudes siderales. Si cerramos las centrales nucleares en España, sufriremos las siguientes consecuencias:

1. Los precios de la electricidad subirán: las centrales nucleares ofertan electricidad con costes variables, que son cercanos a cero. Prescindir de ellas hará que entren en el mercado otras tecnologías más caras.

2. Mayor consumo de gas: los más de 50 000 MWh que producen las centrales nucleares cada año serán reemplazados en su mayor parte por centrales de ciclo combinado de gas, lo cual ocasionará que el consumo de gas en España aumente drásticamente.

3. Aumentaremos nuestra dependencia exterior: el gas necesario para reemplazar la energía nuclear tendrá que ser importado de países como Argelia o Rusia, aumentando nuestra dependencia energética de terceros países, algo que puede tener consecuencias nefastas.

4. Aumentaremos las emisiones de CO2: al quemar más gas, emitiremos más CO2 a la atmósfera. Se calcula que las centrales nucleares enviarán la emisión de veinte millones de toneladas de CO2 cada año.

5. Pagaremos más impuestos por emisiones: al quemar más gas; los ciudadanos tendremos que afrontar el pago de millones de euros en derechos de emisiones de CO2.

6. Pondremos en riesgo la seguridad de suministro: las centrales nucleares son un elemento clave a la hora de estabilizar y dar seguridad a la red eléctrica. El peligro de apagones es una realidad en el escenario actual, si prescindimos de la energía nuclear.

7. Nuestra industria perderá competitividad: en un escenario global, si los precios de la electricidad suben, la industria española perderá competitividad con el resto de los países de nuestro entorno.

8. Perderemos empleos estables y de calidad: el cierre de las centrales nucleares supondrá la pérdida de empleados altamente calificados en el sector nuclear. Además, el aumento de los precios por la energía afectará a la industria en general, lo que generará más despidos y una pérdida significativa de talento especializado.

9. Perderemos el tren de la IA y la computación cuántica. Las nuevas tecnologías demandan extraordinarias cantidades de energía estable y barata. Energía que debe estar disponible las veinticuatro horas del día y que únicamente puede ser aportada por la energía nuclear de manera respetuosa con el medioambiente.

En definitiva, el cierre de las centrales nucleares en España sería un grave error estratégico, pero aún estamos a tiempo de evitarlo. El Gobierno de España es el único a nivel mundial que quiere cerrar unas centrales nucleares en operación que, además, están en perfectas condiciones para seguir operando. Centrales análogas a las españolas tienen licencia para operar hasta los ochenta años en los Estados Unidos. Se trata simplemente de voluntad política. Única y exclusivamente de voluntad política.