El nacimiento de «La biblia de la inversión inmobiliaria»

Los orígenes de este libro se remontan a la década de 1990, cuan­do, años antes de comenzar la licenciatura en Matemáticas, uti­lizaba los descansos entre los estudios de primaria para soñar despierta con las revistas de muebles que encontraba por casa, o le pedía a mi padre que me hiciera el plano de un estudio…

Los orígenes de este libro se remontan a la década de 1990, cuan­do, años antes de comenzar la licenciatura en Matemáticas, uti­lizaba los descansos entre los estudios de primaria para soñar despierta con las revistas de muebles que encontraba por casa, o le pedía a mi padre que me hiciera el plano de un estudio en una pequeña parcela del pueblo.

El nuevo manuscrito que publico bajo el sello de Deusto, de Grupo Planeta es una pasión materializada. La consolidación de acciones y pensamientos repetidos a lo largo de los años, que nacieron en mi tiempo libre sin que nadie lo planifique. 

La inversión inmobiliaria es una posibilidad de libertad; soy específica al utilizar la palabra posibilidad. La combinación de tus actos y del contexto pueden hacer que esa posibilidad se ma­terialice. 

Como firme defensora de la libertad individual y de la responsabilidad que ello conlleva, dedico mi mayor recurso, el tiempo, a construir proyectos con vida propia que pueden llegar a sumar en aumentar y mantener los grados de libertad personales a través de una mejor relación con el medio de intercambio socialmente aceptado: el dinero.

La libertad pese a ser un derecho ¿somos realmente libres para ejercerla?, la libertad se conquista, se mantiene o se pierde. La inversión inmobiliaria no es idílica, es arriesgada, costosa, pero también tiene un gran potencial; ha sumado a mi libertad, y creo que su profundo conocimiento, puede sumar a la tuya.

Se iba fraguando «La biblia de la inversión inmobiliaria».

Me dedico a invertir en bienes raíces desde muchos años an­tes de ejecutar la primera compra, pues se trata de un proceso que lleva tiempo, y dicha actividad empieza mu­cho antes de firmar el contrato de arras. Trato de explicar cada concepto, cada paso, cada truco o lección aprendida con el lenguaje directo, sencillo y atractivo que habitualmente utilizo. La compra de vivienda es un proceso muy complejo, pues en él inter­vienen todo tipo de aspectos que hay que poner en práctica y he tratado de plasmar en esta biblia para que sean una guía de referencia que te permita invertir en inmuebles de manera satis­factoria.

La inversión in­mobiliaria es apasionante, es un viaje que te pone a prueba: una montaña rusa emocional en la que se goza en los momentos álgidos y también se sufre en determinadas circunstancias. Se trata de un camino de puro aprendizaje en el que irremediablemente se deben dominar las más diversas ramas del conocimiento, como matemáticas, economía, arquitectura, diseño, derecho, psicología, sociología y un largo etcétera, junto a habilidades como la toma de decisiones o la gestión del tiempo. 

Se puede invertir en bienes inmuebles desde cuatro ángulos genéricos diferentes: desde el mercado privado o el mercado cotizado en bolsa, también se puede invertir a través de deuda o capital. Por tanto, la inversión inmobiliaria se puede clasificar en cuatro cuadrantes:

En el primero, se invierte directamente en un activo, es la inversión de capital en el mercado privado. Como cuando se compra una propiedad para venderla en un momento posterior o alquilarla. Se asume por completo la responsabilidad de la inversión.

El segundo cuadrante es el de la inversión a través de préstamos en el mercado privado, es decir, prestando dinero a otros inversores inmobiliarios, de forma que a través de los derechos prioritarios que el préstamo hipotecario crea sobre el inmueble se participa en la inversión inmobiliaria sin llegar a ser propietario.

La compra de acciones de empresas que operan con bienes raíces por parte de inversores de capital en el mercado cotizado pertenece al tercer cuadrante. Se trata de una inversión indirecta en la que un tercero se encarga de la actividad de compraventa o alquiler de bienes raíces. En este cuadrante se espera obtener un rendimiento a través de la revalorización de la acción o del pago de dividendo.

Por último, el cuarto cuadrante es el de los inversores de deuda que invierten en activos respaldados por un subyacente, los préstamos hipotecarios. Dichos inversores reciben los pagos de intereses y amortizaciones del préstamo.

El manuscrito está orientado principalmente al inversor particular en bienes inmuebles a través de capital. Es decir, aquel que se quiere dedicar a la compraventa de bienes inmuebles y a su alquiler, con la finalidad de obtener plusvalías o rentas, o a la persona que decide invertir a través de Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces, las Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria (SOCIMIs) y los REIT, por las siglas en inglés de Real Estate Investment Trust.

Los bienes inmuebles son una de las fórmulas existentes para diversificar una cartera de inversión cuyo comportamiento y na­turaleza le brindan una estructura que se complementa con otros activos de inversión, como pueden ser los instrumentos financieros, las cripto­monedas o los metales preciosos, con la particularidad de que casi todos los seres humanos del planeta viven en un activo inmobiliario, propio o ajeno. 

Esta peculiaridad que tienen las viviendas, y no tienen otros activos como el oro o el arte, hace necesario el conocimiento preciso para poder habitar una de ellas. Al fin y al cabo, todos vamos a invertir nuestros recursos en habitar un lugar, motivo por el cual la biblia de la inversión inmobiliaria es una inversión en sí misma que trata de articular el conocimiento tácito de conseguir tal fin, y brinda una visión holística para que, además, se pueda llegar a obtener un beneficio.

Libro disponible en Amazon.

Autor: Esmeralda Gómez López, profesora en UFM Madrid.