
Cómo hacer un buen programa para un curso (syllabus)
Un programa de cursos es una estructura en la que se muestran los detalles que conforman un curso. En él se anotan la descripción del curso de que se trate, los objetivos del aprendizaje, las metodologías utilizadas y la distribución de la evaluación y los recursos que se utilizarán durante la clase. Bien diseñado, un…
Un programa de cursos es una estructura en la que se muestran los detalles que conforman un curso. En él se anotan la descripción del curso de que se trate, los objetivos del aprendizaje, las metodologías utilizadas y la distribución de la evaluación y los recursos que se utilizarán durante la clase. Bien diseñado, un syllabus anticipa expectativas, organiza los contenidos, establece criterios claros de evaluación y participación. Un syllabus sólido no solo contribuye a mejorar la experiencia del aprendizaje, sino también previene malentendidos y facilita la gestión general del curso. A continuación, te presentamos los pasos esenciales que debes dar para diseñarlo de manera efectiva.
Un programa de cursos es como un mapa, que ayuda a cumplir con determinados objetivos.
- Al estudiante le ayuda a: Prever qué podrá aprender durante un curso determinado, cómo lo aprenderá y cómo será evaluado. Saber en qué punto del curso se encuentra. De esta manera, puede constatar qué ha aprendido y qué le falta por aprender en lo que resta del curso en el que está inmerso. Conectar los temas vistos hasta el momento con los que no ha estudiado todavía. Prepararse para las sesiones de clase. Conociendo previamente los objetivos de aprendizaje y los materiales que tendrá que usar en ciertas clases, el estudiante puede priorizar su tiempo y prepararse anticipadamente.
- Al profesor le ayuda a: Estructurar los objetivos del aprendizaje de tal forma que ayude a los estudiantes a construir su aprendizaje propio de un tema sobre el otro. Diseñar cada módulo de clase. Establecer los objetivos en un programa de cursos facilita el proceso de diseñar las sesiones de clase y así sabremos mejor hacia dónde queremos ir. Prever durante el semestre el progreso del aprendizaje de los estudiantes.
1. Define los datos básicos del curso
El encabezado del syllabus debe incluir información clave que identifique dicho curso. Asegúrate de incluir:
- Nombre oficial del curso
- Código del curso (si aplica)
- Unidad académica
- Nombre del docente
- Horario y modalidad de las clases (presencial, virtual, híbrida)
- Datos de contacto del profesor y horario de tutorías
Este bloque inicial permite que los estudiantes sepan cómo, cuándo y con quién trabajarán durante el curso.
Consejo: utiliza un lenguaje acogedor, para conectar con los estudiantes desde el principio.
Por ejemplo: ¡Bienvenidos a este fascinante viaje por la literatura!
2. Redacta una descripción general del curso
La descripción debe ofrecer una visión panorámica del contenido, el enfoque pedagógico y la relevancia del curso. Para ello:
- explica brevemente qué temas se abordarán;
- indica la perspectiva o enfoque que guiará el desarrollo del curso;
- señala si se requiere algún conocimiento previo;
- comunica la utilidad o aplicación del curso en el contexto de la carrera.
Una buena descripción capta el interés de los estudiantes desde el inicio.
Por ejemplo: Unidad 1: Orígenes de la Literatura Latinoamericana (semanas 1-3) Temas: contexto histórico, autores pioneros, textos fundacionales. Objetivo: comprender las influencias culturales en la literatura inicial.
3. Establece los objetivos de aprendizaje
Aquí debes definir lo que los estudiantes deberían saber, comprender o ser capaces de hacer al finalizar el curso. Los objetivos deben ser:
- específicos
- medibles
- realistas
- relacionados con el contenido
Puedes usar verbos de acción del dominio cognitivo (como analizar, evaluar, aplicar, sintetizar), para usarlos concretamente cada vez que los necesites. Por ejemplo: Analizar los principales enfoques teóricos sobre el desarrollo económico en América Latina.
4. Detalla el contenido temático y el cronograma
Organiza los temas en unidades o bloques semanales. Esto incluye:
- la fecha o semana correspondiente;
- el tema o título de la unidad;
- lecturas o materiales requeridos;
- actividades clave (foros, exposiciones, debates, entregas).
Este calendario ayuda a los estudiantes a anticiparse, organizar su tiempo y seguir el ritmo del curso.
5. Especifica los criterios y métodos de evaluación
Es fundamental que los estudiantes sepan de antemano cómo se les evaluará. En este apartado:
- describe los instrumentos de evaluación (exámenes, trabajos, proyectos, participación, etc.);
- indica el porcentaje de cada componente;
- menciona las fechas previstas para efectuar entregas o hacer evaluaciones importantes;
- explica los criterios de calificación, preferentemente con el apoyo de rúbricas.
Una evaluación clara contribuye a promover la transparencia y el compromiso.
Consejo: asegúrate de que las evaluaciones reflejen los objetivos del aprendizaje.
6. Define normas de comportamiento y participación
Incluye un apartado de normas básicas con las que contribuir a lograr una convivencia respetuosa y el cumplimiento de expectativas académicas. Entre ellas, puedes considerar:
- normas de participación (presencial o virtual)
- políticas de entrega tardía
- criterios de asistencia y puntualidad
- uso aceptable de tecnología
- código sobre integridad académica (copias, plagio, etc.)
Estas reglas previenen conflictos y ayudan a establecer un marco ético para el curso.
Consejo: usa un tono firme, pero amigable.
Por ejemplo: Espero que lleguen a clase preparados y listos para participar activamente.
7. Señala los recursos y materiales del curso
Informa a los estudiantes sobre:
- bibliografía obligatoria y complementaria
- enlaces a plataformas educativas o aulas virtuales (Google Classroom, Moodle, etc.)
- acceso a bibliotecas físicas o digitales
- software o herramientas específicas (si aplica)
Este apartado garantiza que los estudiantes dispongan de lo necesario para tener éxito.
Consejo: si el curso es virtual, incluye instrucciones claras para acceder a las plataformas.
8. Agrega una nota sobre flexibilidad y ajustes
Incluye un párrafo breve en el que expresas tu disposición a hacer ajustes, si llegara
a ser necesario.
Por ejemplo:
«Este syllabus puede estar sujeto a modificaciones razonables a lo largo del semestre, según las necesidades del grupo o algunas circunstancias imprevistas. Cualquier cambio será comunicado con antelación». Este gesto muestra apertura y compromiso con una enseñanza centrada en el estudiante.
Ejemplo de estructura de un syllabus
- Información del curso (título, docente, contacto)
- Descripción y objetivos del curso
- Contenido por unidades
- Cronograma semanal
- Sistema de evaluación
- Políticas del curso
- Recursos y bibliografía
Conclusión
Un syllabus bien diseñado no solo cumple una función informativa: es también una herramienta pedagógica fundamental. Claridad, coherencia y anticipación son las claves para que este documento se convierta en una guía útil para ti y para tus estudiantes. Dedicar tiempo a su diseño inicial te permitirá trabajar durante un semestre más organizado, centrado y enriquecedor.
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